🌸 12 de mayo – Día de la Madre en Viljandi
Desde la última vez que escribí, han pasado muchísimas cosas.
La más destacada es que, por fin, ha llegado la primavera. La nieve se despidió de nosotras dejando paso a un invitado muy esperado: el sol. Pasamos de temperaturas bajo cero a días templados, con unos 20 grados. Los pájaros han vuelto a cantar, y las ranas pasean —literalmente— por el centro de la ciudad, cruzando tranquilas en mitad de la calle.
Los caminos que llevan al hospital están ahora llenos de caracoles y saltamontes. Todo está cubierto de verde. Algunas flores ya han empezado a salir, pero imagino que no será hasta junio cuando la ciudad se llene por completo de color.
El lago comenzó a derretirse y a fluir por el río del parque, como si buscara su camino. Mientras tanto, los jóvenes han empezado a disfrutar de la sauna flotante, ¡y a lanzarse al agua como si fuera un trampolín! :D
Con el cambio de estación, también han cambiado las celebraciones. Ya no hacemos barbacoas en la nieve, sino cumpleaños junto al lago, bajo un sol precioso, con un viento fuerte que nos despeina, cocinando masa de pan en palitos al fuego. ^_^
Como conté en la última entrada, el lunes anterior cogí el bus hacia Tallin para pasar cuatro días en la casa Leppoja, donde tuve mi formación intermedia (midterm).
Leppoja es una casa de campo en Kuusalu, Harjumaa, en medio del bosque, al borde de un lago lleno de ranas, mariposas amarillas, rodeado de árboles repletos de pájaros y habitado por animales como ciervos, alces, zorros, jabalíes, castores… entre otros muchos más.
Aunque las temperaturas rondaban los 15 grados, era un lugar mágico.
Pasé de la sauna normal a probar la famosa sauna de humo. Cambié lanzarme sobre la nieve... por lanzarme directamente al lago. XD
Estaba feliz: esta vez entendí casi todo. No como en la formación inicial, donde me pasaba el día preguntando sin parar. Esta vez solo necesité ayuda un par de veces. ¡He mejorado mucho mi inglés, aunque ni yo misma me lo creo!
La comida era buenísima… aunque un poco pecaminosa: ¡dos tartas al día!
Allí, mi queridísima nueva amiga Karolina Kwinta y yo pasamos una tarde llena de risas (y algún que otro susto) intentando manejar una canoa por el río. Paseamos por el bosque buscando animales y compartimos ideas, motivaciones… y también momentos de bajón. Pero nos dimos mucho ánimo, como dos buenas compañeras de aventura.
En el trabajo, cada día estoy mejor. Con la llegada del buen tiempo, pasamos mucho más tiempo fuera, jugando, saltando en el trampolín, disfrutando. En cuanto a tareas, ya sabía usar el aspirador nasal, pero ahora lo hago completamente sola, y con seguridad. ¡Otro pequeño logro!
Este mes ha llegado una niña nueva, Anzela. Es habladora, simpática y todos queremos estar con ella. ¡Es un sol!
En cuanto a eventos, este mes solo participé en una celebración organizada por la asociación de mayores… pero esta vez actué sola. Y la verdad: me salió muy bien :D
La semana que viene volveré a Tallin para una reunión con nuestra organización nacional, y aprovecharé para seguir conociendo la ciudad.
Tengo muchísimas ideas. Aunque todavía no sé muy bien cómo llevarlas a cabo, siento que poco a poco todo empieza a fluir mejor. Y eso me llena de esperanza.
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